Por: David
Quintero Bedoya – Concejal de Chinchiná.
Como concejal de Chinchiná, es un honor poder reflexionar sobre los
retos y las oportunidades que tenemos este año para avanzar como comunidad. El
Concejo Municipal juega un papel esencial en la construcción del futuro de
nuestro municipio, y en lo personal, mi compromiso es seguir trabajando con
responsabilidad y dedicación por el bienestar de todos nuestros habitantes. Mi
prioridad será contribuir al fortalecimiento de la independencia del Concejo,
promover una fiscalización rigurosa de los recursos públicos y generar acciones
concretas que respondan a las verdaderas necesidades de la población.
Una de las bases fundamentales de nuestra función como concejales es la independencia. El Concejo Municipal debe actuar de manera autónoma, sin estar sometido a presiones externas de entidades o intereses particulares. Nuestra independencia es esencial para garantizar que las decisiones que tomemos sean siempre en beneficio de la comunidad y no se vean influidas por factores ajenos a las necesidades reales de los chinchinenses.
La autonomía del Concejo no significa desentenderse de la
administración, sino, por el contrario, ser un contrapeso responsable que
permita controlar y fiscalizar la correcta utilización de los recursos
públicos. Solo con esta independencia podremos garantizar que las decisiones
del Concejo estén siempre orientadas a lo que realmente importa: el bienestar
de los ciudadanos de Chinchiná.
Los concejales no somos solo observadores de lo que ocurre en la administración municipal; somos responsables de garantizar que cada acción del gobierno local esté dirigida a mejorar la vida de los ciudadanos. Nuestra función es legislar, aprobar presupuestos, pero, sobre todo, escuchar y atender las inquietudes de la comunidad. La cercanía con los habitantes es clave para identificar los problemas reales que enfrenta el municipio y, a partir de allí, generar propuestas efectivas que generen cambios sustanciales.
Este año, debemos seguir trabajando con el objetivo de estar cerca de
las personas, comprender sus necesidades y ser un canal de comunicación con la
administración para asegurar que las políticas públicas respondan a lo que
verdaderamente necesita Chinchiná. Los concejales debemos cumplir con el
compromiso de fiscalizar cómo se están utilizando los recursos y garantizar que
cada proyecto aprobado tenga un impacto positivo y real en la vida de nuestra
gente.
Chinchiná enfrenta una serie de dificultades que han contribuido al estancamiento de su desarrollo. La falta de seguridad, el creciente fenómeno de la indigencia y el microtráfico son problemas que afectan gravemente la calidad de vida de los ciudadanos. Estos problemas no solo generan un ambiente de inseguridad y desconfianza, sino que también afectan la imagen del municipio y limitan las oportunidades de crecimiento y desarrollo.
El estancamiento de Chinchiná no es únicamente una cuestión de
infraestructura o falta de inversión; es el resultado de una gestión que no ha
sido lo suficientemente eficaz para atender estos problemas sociales. La
seguridad es fundamental para cualquier tipo de progreso, y mientras persistan
situaciones de inseguridad y desorden público, será complejo generar las
condiciones necesarias para un desarrollo integral y sostenible.
Es fundamental que el Concejo Municipal mantenga su independencia
frente a la administración, para garantizar que las decisiones que tomemos
respondan exclusivamente al interés público. Si bien es necesario trabajar de
manera coordinada con el gobierno local para buscar soluciones, este trabajo no
debe hacerse a costa de perder la capacidad de fiscalizar de manera efectiva y
de exigir que los recursos públicos sean manejados con transparencia y
eficiencia.
El Concejo tiene la responsabilidad de velar por el uso adecuado de
los fondos públicos, para asegurarse de que cada proyecto y cada acción estén
alineados con las verdaderas necesidades de la comunidad. No se trata solo de
apoyar a la administración sin cuestionamientos, sino de garantizar que las
políticas públicas sean efectivas, justas y orientadas a solucionar los
problemas más urgentes, como la seguridad, el bienestar social y el empleo.
El verdadero desarrollo de Chinchiná depende del esfuerzo conjunto de todos: concejales, administración y ciudadanos. Si bien cada uno de nosotros tiene un rol específico, es fundamental que trabajemos unidos, respetando nuestras funciones y responsabilidades. La unidad y el trabajo en equipo son esenciales para que el municipio avance, ya que cada parte de la estructura local, desde el Concejo Municipal hasta la administración y los mismos ciudadanos, tiene un papel clave en la organización y el desarrollo del territorio.
No basta con tener buenas intenciones; necesitamos acciones concretas
y responsables que realmente mejoren las condiciones de vida de la población.
La clave para avanzar es que el Concejo Municipal se mantenga firme en su rol
de fiscalización y control, para asegurar que cada recurso invertido esté
orientado a la solución de los problemas más apremiantes de la comunidad. Solo
mediante la colaboración efectiva y el entendimiento de los roles de cada
actor, lograremos construir un municipio más próspero y justo para todos.
Este año será crucial para tomar decisiones que marquen el futuro de
Chinchiná. Con un Concejo autónomo, transparente y vigilante, pero también
trabajando en unidad con la administración y la comunidad, podremos contribuir
a un verdadero desarrollo que no solo se vea en los planes, sino que se
traduzca en una mejora real en la calidad de vida de los chinchinenses.