Por: Cristian Agudelo - Administrador público.
En un contexto donde la confianza ciudadana en las instituciones enfrenta grandes desafíos, la forma en que se comunican las acciones del Estado es tan importante como las decisiones mismas. Por eso, hoy más que nunca, se hace necesario reconocer que los administradores públicos no solo están llamados a planear, ejecutar y evaluar políticas, sino también a contar lo público con claridad, sentido y propósito.
El valor de integrar perfiles con formación en administración pública dentro de los equipos de comunicación institucional radica en una comprensión profunda del funcionamiento del Estado. Quienes hemos tenido la oportunidad de conocer desde adentro los procesos, normativas, estructuras y dinámicas del sector público, tenemos también la capacidad de traducir esa complejidad en narrativas cercanas, veraces y coherentes con los principios del servicio público.
Lo público necesita ser contado por quienes lo viven, lo entienden y lo valoran. La comunicación digital no es solo una herramienta de difusión; es una vía para fortalecer el vínculo entre las instituciones y la ciudadanía, para mostrar el impacto real de las políticas públicas, y para humanizar la gestión gubernamental desde sus territorios, con sus historias y sus protagonistas.
Cuando un administrador público se suma a la tarea de comunicar, lo hace desde la convicción del servicio, desde la ética del cuidado por lo colectivo y desde la responsabilidad de hacer visible aquello que, muchas veces, permanece invisible. No se trata de reemplazar roles, sino de complementarlos con nuevas miradas, con una voz que sepa lo que cuesta construir lo público y que entienda el porqué de cada decisión institucional.
Contar lo público también es servir. Y hacerlo bien, con conocimiento y compromiso, es una forma poderosa de fortalecer la democracia.
