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Del luto al cálculo político

 



Por: Jorge Patiño


En política es común que la pasión se confunda con el oportunismo y que el dolor legítimo se convierta en herramienta para posicionar discursos. Eso es exactamente lo que estamos viendo con las declaraciones recientes de María Claudia Tarazona contra la senadora María Fernanda Cabal.


La señora Tarazona asegura que, en medio de la cámara ardiente de Miguel Uribe, la senadora Cabal la amenazó e intimidó. Sin embargo, basta revisar los videos del Congreso y contrastar con los momentos que ella misma relató en la entrevista concedida a Noticias RCN, para notar que su versión no pasa de ser un relato acomodado y carente de sustento.


El primer punto es el famoso “micrófono”. Lo que Tarazona omitió —ya sea por desconocimiento o por afán de protagonismo— es que la senadora Cabal acababa de terminar una grabación y entró al recinto con el dispositivo puesto. Esto no es nada extraño: todos los políticos, sin importar el partido, utilizan micrófonos para facilitar el trabajo de sus equipos de prensa.


Pretender que alguien pueda amenazar a otra persona con un micrófono encendido, frente a testigos y cámaras, es un absurdo. De hecho, una asesora de la senadora fue quien retiró el dispositivo inmediatamente, tal como se haría en cualquier evento solemne. ¿Cómo insinuar entonces una amenaza “secreta” en esas condiciones? La sola idea se derrumba por sí misma.


El segundo punto es el pésame. Quien haya atravesado un duelo sabe que esas palabras no se extienden más de unos segundos: “lo siento mucho”, “mi sentido pésame”, “te acompaño en este dolor”. Ese fue, precisamente, el mensaje de la senadora. La interacción no pasó de veinte segundos, tras los cuales fue la propia Tarazona quien, en un gesto de agradecimiento, abrazó a María Fernanda. ¿Dónde queda entonces la supuesta amenaza?


El tercer aspecto son los tiempos. Si un hecho tan grave hubiese ocurrido, ¿por qué esperar mes y medio para hacerlo público? ¿Por qué callar cuando se tenía la oportunidad inmediata de denunciarlo en medios y redes sociales? El silencio prolongado, seguido de una acusación tardía, suena más a cálculo político que a indignación genuina.


No se trata aquí de minimizar el dolor de una viuda, sino de advertir que ese dolor no puede convertirse en excusa para levantar falsedades con fines políticos. Acusar a alguien de amenazar en un funeral no solo es una acusación temeraria, también es un intento de manchar la honra de quien siempre ha demostrado carácter firme, pero nunca deslealtad o bajeza.


Quienes conocen a la senadora María Fernanda Cabal saben no necesita micrófonos ocultos ni palabras solapadas para expresar lo que piensa. Ella  sin temos alguno, habla de frente, con la franqueza que le ha ganado tanto seguidores como detractores. Por algo es la política que más conversación genera a diario en Colombia. Pretender convertir un pésame en un acto de amenaza es no solo una mentira, sino una manipulación que ofende la inteligencia de los colombianos.


Lo más lamentable es que incluso desde sectores cercanos al mismo partido se promuevan estas versiones. Al final, todo parece reducido a un intento desesperado de protagonismo político. Tarazona no contó con el respaldo de la familia Turbay para ser candidata, y ahora busca llamar la atención a punta de victimizarse frente a la opinión pública.


Quizá la viuda de Miguel Uribe nunca entendió cómo hacía política su esposo. Lo que ella está haciendo no es homenaje ni coherencia política: es, sencillamente, teatro.

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