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| Fotografía: Vías de Caldas – Cortesía Secretaría de Infraestructura |
Un anuncio que podría cambiar la historia de la movilidad en Caldas llegó de la mano de la senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal, quien en el mas reciente foro de infraestructura del partido Centro Democrático planteó una “revolución vial” que pondría a las vías terciarias, rurales e intermunicipales en el centro de su plan de gobierno.
Esto significa que municipios caldenses podrían ver pavimentados y mantenidos sus corredores rurales e interveredales, beneficiando de manera directa a campesinos, transportadores y estudiantes que hoy padecen el mal estado de las carreteras.
La apuesta de Cabal busca que los productos agrícolas de la región no se queden atrapados en el lodo o en el atraso vial, sino que lleguen a tiempo a los mercados nacionales e internacionales.
La dirigente del Centro Democrático aseguró que el atraso en infraestructura ha condenado por décadas al campo y a municipios como Chinchiná y Palestina, donde las comunidades reclaman mejores carreteras para sacar su café, acceder a la salud y dinamizar la economía.
“Las vías son como la circulación de la sangre en el cuerpo. Si fallan, el país muere en aislamiento y pobreza”, sentenció Cabal al presentar su propuesta.
El eje de su plan es la creación de un Fondo Nacional para las Vías Terciarias, que permitirá construir 20.000 kilómetros en cuatro años. Bajo este esquema, por cada peso que un alcalde destine del predial rural, el Gobierno Nacional pondría cinco más, garantizando recursos estables y automáticos.
Cabal también defendió las concesiones viales y las alianzas público-privadas como la herramienta más efectiva frente a la ineficiencia estatal y la corrupción. “Las obras que más transforman al país han venido de concesiones. Es el sector privado el que resuelve lo que el sector público corrupto no ha podido resolver”, enfatizó.
En la práctica, municipios como Palestina —clave por el Aeropuerto del Café— y Chinchiná, con su producción cafetera y su conexión con Risaralda y el Valle, se verían favorecidos con proyectos que garanticen una red vial estable y competitiva.
Aunque la propuesta ha sido bien recibida en sectores rurales, también despierta preguntas sobre la dependencia del sector privado y el alcance real de las concesiones. Sin embargo, en Caldas el mensaje resuena con fuerza: “La conectividad es la llave de la prosperidad, y aquí no hay tiempo que perder”, concluyó la senadora.