Los “tigres de Chinchiná” aparecen en escena
Esta semana circulo en redes sociales una fotografía que ha
levantado más de una ceja en el panorama político local. En la imagen se ve al
doctor Juan Manuel Londoño, hermano de la representante a la Cámara Juana
Carolina Londoño, compartiendo un tinto con los concejales William
Arango y César Morales, ambos del Partido Conservador en
Chinchiná.
Aunque los más maliciosos no tardaron en especular que el
encuentro giraba entorno a la elección del nuevo jefe de Planeación del
municipio —cargo que quedará vacante tras la salida de Mauricio Grajales—,
la versión oficial es mucho más inocente: Juan Manuel Londoño estuvo en
Chinchiná con el objetivo de reactivar el Comité Político Conservador en
el municipio. Según se supo, la intención es tener el proceso definido y
consolidado antes del mes de julio.
Lo que sí ha dejado a más de uno con la curiosidad encendida no es tanto el café ni la compañía, sino el peculiar comentario que acompaña la imagen: “Los tigres de Chinchiná”. ¿Será por su ferocidad política o porque están al acecho de una nueva presa? Lo cierto es que, en política, nada es casual y todo movimiento tiene su cacería.
Esta
semana, sin tambores ni trinos políticos, el Tribunal Superior Manizales,
revocó las sanciones que pesaban sobre el alcalde Carlos Alberto Riveros
López y su jefe de Planeación, Mauricio Grajales, por un supuesto desacato en
un proceso de tutela. Una noticia que no llegó por rueda de prensa ni
comunicado oficial, sino por el ya célebre “pasillo de las brujas”, donde se
filtran los datos que a algunos no les conviene airear.
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Ningún dirigente opositor, (de esos que siempre andan con
megáfono en mano), salió a lamentarse, ni mucho menos a rectificar sus
posturas. Silencio absoluto. ¿Será porque, como lo señala el mismo
fallo, lo que había detrás no era más que una persecución política disfrazada
de legalidad? Una que intentó frenar a un mandatario que, con errores o
aciertos, ha querido meterle el hombro a la administración. Pero claro, en
Chinchiná —donde la política se respira más que el café— hacer las cosas bien
parece delito.
Cambios a la vista.
Aunque para tristeza de algunos opositores el alcalde logró
demostrar su inocencia, desde la Alcaldía nos llamaron bastante preocupados:
los ánimos están calientes y las decisiones se están acelerando. Según fuentes
internas, aunque la salida de Mauricio Grajales, jefe de Planeación e
Infraestructura, ya se venía cocinando desde hace semanas, el reciente fallo
judicial contra el mandatario habría precipitado las conversaciones.
Mauricio —reconocido incluso por sus contradictores como un funcionario técnico y cumplidor— decidió quedarse hasta junio, una vez se calmó la marea. Pero ojo, que no sería el único movimiento en la administración.
Cuentan en los pasillos de la Alcaldía que la secretaria
de Hacienda también estaría pensando en renunciar. Dicen que está “mamada”
con el escándalo del predial y que ya en más de una ocasión le ha expresado al
alcalde su deseo de dejar el cargo. Sin embargo, el mandatario, con más temple
que muchos esperan, le habría pedido que no tome decisiones en caliente y que
mejor lo piense con cabeza fría. Eso sí, los chismosos —de esos que siempre
aparecen con afán de armar tormentas— aseguran que ella ya está organizando su
hoja de vida y revisando ofertas. ¿Será cierto? Por ahora, la administración
guarda silencio, pero algo se mueve y no precisamente suave.
Entre veredas, liderazgo... y unos pasitos de baile
Dicen que cuando no hay elecciones a la vista, algunos
políticos simplemente desaparecen. Pero ese no parece ser el caso del concejal César
Morales, quien continúa fortaleciendo su liderazgo —y su popularidad— en la
zona rural de Chinchiná, con una presencia constante y, según sus seguidores,
bastante asertiva.
El pasado domingo 18 de mayo, Morales fue visto en
modo festivo durante la celebración del Día de la Madre, que reunió a
las veredas Alto de la Mina, Reposo, Floresta y Quiebra de Naranjal.
El evento, que congregó a unas 300 personas, estuvo lleno de rifas, artistas,
regalos y un ambiente cálido para rendir homenaje a las madres de estos
sectores.
La jornada, aplaudida por el público, dejó claro que el
concejal no solo se mantiene activo, sino que también sabe moverse
—literalmente— más allá del recinto del Concejo. Su cercanía con la comunidad y
su estilo descomplicado han generado comentarios positivos incluso entre sus
detractores.
Los encuentros con Morales han sido tan bien recibidos que
ya tiene agendada una nueva cita con las madres rurales: será el próximo domingo
25 de mayo en la vereda El Trébol, donde seguramente volverá a
ponerle ritmo y política a la celebración.