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La otra cara de la democracia. Mayo 20 de 2025

 


Los “tigres de Chinchiná” aparecen en escena

Esta semana circulo en redes sociales una fotografía que ha levantado más de una ceja en el panorama político local. En la imagen se ve al doctor Juan Manuel Londoño, hermano de la representante a la Cámara Juana Carolina Londoño, compartiendo un tinto con los concejales William Arango y César Morales, ambos del Partido Conservador en Chinchiná.


Aunque los más maliciosos no tardaron en especular que el encuentro giraba entorno a la elección del nuevo jefe de Planeación del municipio —cargo que quedará vacante tras la salida de Mauricio Grajales—, la versión oficial es mucho más inocente: Juan Manuel Londoño estuvo en Chinchiná con el objetivo de reactivar el Comité Político Conservador en el municipio. Según se supo, la intención es tener el proceso definido y consolidado antes del mes de julio.




Lo que sí ha dejado a más de uno con la curiosidad encendida no es tanto el café ni la compañía, sino el peculiar comentario que acompaña la imagen: “Los tigres de Chinchiná”. ¿Será por su ferocidad política o porque están al acecho de una nueva presa? Lo cierto es que, en política, nada es casual y todo movimiento tiene su cacería. 

 

 Silencio.

 Esta semana, sin tambores ni trinos políticos, el Tribunal Superior Manizales, revocó las sanciones que pesaban sobre el alcalde Carlos Alberto Riveros López y su jefe de Planeación, Mauricio Grajales, por un supuesto desacato en un proceso de tutela. Una noticia que no llegó por rueda de prensa ni comunicado oficial, sino por el ya célebre “pasillo de las brujas”, donde se filtran los datos que a algunos no les conviene airear.

 


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Ningún dirigente opositor, (de esos que siempre andan con megáfono en mano), salió a lamentarse, ni mucho menos a rectificar sus posturas. Silencio absoluto. ¿Será porque, como lo señala el mismo fallo, lo que había detrás no era más que una persecución política disfrazada de legalidad? Una que intentó frenar a un mandatario que, con errores o aciertos, ha querido meterle el hombro a la administración. Pero claro, en Chinchiná —donde la política se respira más que el café— hacer las cosas bien parece delito.

 

 Cambios a la vista.

Aunque para tristeza de algunos opositores el alcalde logró demostrar su inocencia, desde la Alcaldía nos llamaron bastante preocupados: los ánimos están calientes y las decisiones se están acelerando. Según fuentes internas, aunque la salida de Mauricio Grajales, jefe de Planeación e Infraestructura, ya se venía cocinando desde hace semanas, el reciente fallo judicial contra el mandatario habría precipitado las conversaciones.


Mauricio —reconocido incluso por sus contradictores como un funcionario técnico y cumplidor— decidió quedarse hasta junio, una vez se calmó la marea. Pero ojo, que no sería el único movimiento en la administración.


Cuentan en los pasillos de la Alcaldía que la secretaria de Hacienda también estaría pensando en renunciar. Dicen que está “mamada” con el escándalo del predial y que ya en más de una ocasión le ha expresado al alcalde su deseo de dejar el cargo. Sin embargo, el mandatario, con más temple que muchos esperan, le habría pedido que no tome decisiones en caliente y que mejor lo piense con cabeza fría. Eso sí, los chismosos —de esos que siempre aparecen con afán de armar tormentas— aseguran que ella ya está organizando su hoja de vida y revisando ofertas. ¿Será cierto? Por ahora, la administración guarda silencio, pero algo se mueve y no precisamente suave.

 

Entre veredas, liderazgo... y unos pasitos de baile




Dicen que cuando no hay elecciones a la vista, algunos políticos simplemente desaparecen. Pero ese no parece ser el caso del concejal César Morales, quien continúa fortaleciendo su liderazgo —y su popularidad— en la zona rural de Chinchiná, con una presencia constante y, según sus seguidores, bastante asertiva.




El pasado domingo 18 de mayo, Morales fue visto en modo festivo durante la celebración del Día de la Madre, que reunió a las veredas Alto de la Mina, Reposo, Floresta y Quiebra de Naranjal. El evento, que congregó a unas 300 personas, estuvo lleno de rifas, artistas, regalos y un ambiente cálido para rendir homenaje a las madres de estos sectores.




La jornada, aplaudida por el público, dejó claro que el concejal no solo se mantiene activo, sino que también sabe moverse —literalmente— más allá del recinto del Concejo. Su cercanía con la comunidad y su estilo descomplicado han generado comentarios positivos incluso entre sus detractores.




Los encuentros con Morales han sido tan bien recibidos que ya tiene agendada una nueva cita con las madres rurales: será el próximo domingo 25 de mayo en la vereda El Trébol, donde seguramente volverá a ponerle ritmo y política a la celebración.



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