Durante la sesión descentralizada del Concejo
Municipal realizada el pasado 16 de mayo en el colegio Mitre, la actualización
catastral fue el eje central de una jornada marcada por el diálogo con la
comunidad y la presencia del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC). Sin
embargo, lo que más resonó entre los asistentes no fueron las exposiciones
técnicas, sino la contundente intervención del concejal William Arango, quien
no dudó en responsabilizar directamente a funcionarios del IGAC por la crisis actual
que viven cientos de familias chinchinenses.
“Sin pelos en la lengua”, como lo reconocieron varios asistentes, Arango cuestionó con firmeza a los representantes del IGAC, señalando su falta de respuesta efectiva frente a las inconsistencias y excesos en los avalúos.
“Doctora, lo que quiere la
comunidad no es que le repitan la metodología, lo que quieren son garantías,
funcionarios aquí en el municipio que los atiendan bien, no que los amenacen
con subirles el avalúo si piden una revisión”, reclamó el cabildante.
El concejal también denunció que en Chinchiná se han presentado casos de apartamentos en segundos o terceros pisos a los que se les han aumentado injustificadamente 8 o 10 metros en el avalúo, pese a no tener forma de expandirse.
“No es el Concejo quien fija los avalúos,
enfatizó, nosotros aprobamos tarifas, pero ustedes –IGAC– manejan los
avalúos. Y esos avalúos están disparados”.
Arango reiteró que el compromiso del Concejo existe, incluso para revisar el estatuto tributario si así lo considera el alcalde, pero exigió que el IGAC asuma su responsabilidad y cumpla con el convenio establecido con la Alcaldía
“La comunidad no quiere más discursos
técnicos, quiere soluciones claras y plazos concretos para corregir esta
situación”.
Su intervención fue respaldada por aplausos
del público, que expresó su frustración por la falta de respuestas concretas
por parte de la directora del IGAC, quien se limitó a explicar la metodología
del proceso sin abordar directamente las preocupaciones ciudadanas.
La sesión también permitió la consolidación de
una Mesa Técnica de Trabajo con participación de la Alcaldía, el
Concejo, la Personería y veedores ciudadanos, así como el anuncio de jornadas
territoriales de atención. No obstante, el clima general de la jornada
evidenció la creciente tensión entre la institucionalidad y la comunidad por
una actualización catastral que, según los concejales, ha sido mal ejecutada y
socializada de forma deficiente.